‘Vertige’ es una película lisérgica experimental aparecida en 1969, del director y escritor canadiense Jean Beaudin. Lo que tenemos aquí es un film- documental, una película que consta básicamente de un viaje total y alocado de 45 minutos, un viaje de principio a fin, donde reina el caos, la lisergia, el erotismo y el típico hipismo de la época, todas imágenes clásicas de una época que nos ha dejado mucho arte experimental.
Bailes psicodélicos, pinturas corporales, trajes, luces multicolores, discotecas, paisajes sonoros electroacústicos y rock, también se percibe cierto surrealismo en algunas imágenes, Beaudin dice que simbólicamente representaba la totalidad de la vida por aquellos años 60s.
Lisérgia simpática y aparentemente inocua, pero sutilmente crítica y corrosiva, con ese toque propio de la psicodelia que suele atacar al establishment, con imágenes de guerra y hambre, e imágenes de moda, como exponiéndolo en un absurdo atroz, mientras que los jóvenes de la época buscan refugio en el paraíso hedonista de la liberación sexual , la investigación lisérgica y ficciones comunales. El film es rico en texturas visuales, escenas y escenografías, escenarios cambiantes y surrealistas.
Otras buena característica del film es su desvinculación con cualquier estándar cinematográfico, no ofrece una historia lineal, ni es "realista", sino que más bien juega con el caos y la sobre posición de imágenes y escenas, juega con el lenguaje cinematográfico.
La banda sonora estuvo a cargo del compositor y profesor de musica Serge Garant. Serge Garant, y su relación íntima con los ritmos escénicos, que catapultan la película más allá de las convenciones del cine psicodélico. Famoso por ser un pionero de la música contemporánea en Canadá, Garant ofrece una sonoridad ecléctica que va desde ejercicios sinfónicos atonales, ritmos psicodelicos y paisajes sonoros electroacústicos experimentales. Tales enfoques diversos, y sus poderosas conexiones con la pantalla dan a Vertige un toque refinado.
Como aficionado y amante del arte de finales de los 60s, el film me encanta, la psicodelia me parece un arte vital para entender a todo el movimiento artístico surgido desde entonces llegando hasta nuestros días, ya que si ha de surgir un nuevo arte, un nuevo entendimiento de nuevas concepciones de arte, si ha de surgir un arte transformador, si ha de surgir un arte capaz de expresar conceptos existenciales adelantados a su época, pues esos fenómenos se darán (y ya se han dado) en el arte psicodélico, tan fulgurante y brillante, tan colorido y corrosivo hacia el ocultamiento y lo establecido.